El rio Ganges ¿aguas benditas contaminadas?

Ganges

Teniendo en cuenta sus características físicas el río Ganges no debería tener demasiada trascendencia, ya que no es ni el más largo ni el de mayor caudal. Posee un curso de 2.700 kilómetros, el cual nace en las cumbres de las altas montañas para desembocar en el golfo de Bengala. En su cuenca vive la tercera parte de los habitantes de la India. Sumidos en condiciones de pobreza extrema lo utilizan como fuente indispensable del sustento diario.

Sin embargo, posee una cualidad más importante que cualquier otra, tener carácter sagrado para toda una comunidad. Los hindúes lo denominan GangaMa, es decir, la Madre Ganges. La comparación de sus aguas con las del ser que da la vida, que da de beber, cuida y protege a sus hijos lo convierten en el ícono de la India.

Poetas y creyentes coinciden que beber del Ganges es como ser “alimentado por la propia madre”, tan estrecho es el vínculo, alimentado por la religión y la tradición que algunas personas han llegado a ofrecerle su vida.

No puedo evitar pensar qué tan grande puede ser el poder de la fe, ya que cualquier turista común y corriente, dudaría bastante antes de darse un baño de inmersión o simplemente probar esa “agua bendita”, pero no tan cristalina.

Teniendo en cuenta que actualmente la contaminación del mismo ha aumentado en forma considerable debido a que en los desechos químicos de las ciudades más ricas van a parar allí. Entonces si a estos les sumamos los cadáveres que los religiosos depositan y la materia fecal de las personas sin recursos económicos.

Efectivamente, el racionalismo es apartado literalmente por creencias firmes provenientes de un plano espiritual. Cómo podría explicarse sino, que a pesar de que esas aguas de color marrón oscuro están contaminadas personas de todos los estratos sociales y culturales, incluso con conocimientos científicos siguen practicando las denominadas abluciones.

Estas consisten en zambullirse periódicamente en el río manteniendo un ritual iniciado hace siglos. Para poder percibir al menos la unión entre este y la gente que lo venera, como si se tratara de un dios en la tierra, es necesario acercarse a su origen mítico-religioso, del cual hablaré en el siguiente artículo.

Por otra parte, debo admitir que aunque me fascinaría conocer este bello lugar para colmar mi espíritu con tanta sabiduría, como por ejemplo practicar constantemente el desapego por las cosas materiales, no me animaría a tomar ni un sorbo del Ganges.

Foto Vía: Lacomunidad

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