Gaitor, arte en mármol
Casi todos los viajes que hacen ruta por la India e incluyen Jaipur, tienen la visita conjunta a Gaitor y al Rambagh Palace. Y, por la experiencia que tuve, os aconsejo fervientemente que, aún cuando no viniera incluida, la contratarías sobre todo por ver esa maravilla de templo que es Gaitor, puro arte en mármol.
Este templo se encuentra a unos 8 kms. del centro de Jaipur, frente al lago Man Sagar, y contiene los cenotafios de la familia real de Jaipur de Sawai Jai Singh II y descendientes. Los memoriales existentes, en forma de arcadas cubiertas sobre una plataforma, por todo el complejo, marcan aquellos sitios donde fueron incinerados los miembros de la familia real. Corría el año 1733 cuando el rey escogió Gaitor como lugar de reposo de sus almas para toda la eternidad.
Aunque en general el conjunto es espectacular, lo cierto es que cada cenotafio tiene su forma particular, y un labrado más o menos rico en función de la posición social de ese miembro. Sin duda alguna, y como no podía ser de otra forma, el más bello y espectacular es el del propio Jai Singh II, hecho completamente en mármol blanco y reluciente, con veinte espectaculares columnas labradas ricamente y en cuyas paredes se representan las escenas de la mitología hindú.
El cenotafio de Madho Singh I, hijo de Jai Singh II, también es uno de los más rico, aunque éste está construido en mármol blanco y rosa, y en su parte alta tiene un pequeño pabellón.
Así podría iros describiéndoos cada uno de los cenotafios dedicados a cada uno de los miembros de la familia real. Sin embargo, baste saber que el conjunto es de una sencillez extrema, pero de una belleza absoluta. Es el blanco inmaculado, símbolo de la pureza, es el brillo que irradia; es la tranquilidad que emana de sus piedras…
A mí, particularmente, me sorprendió y dejó sobrecogido, quizás por la misma espiritualidad que se respira en ese gran espacio abierto a las afueras de Jaipur.

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