Madurai, ubicada en Tamil Nadu, al sureste de la India, es la segunda ciudad de la región. Se encuentra sobre las orillas del río Vaigai, y su historia se remonta a más de 2500 años atrás. Famosa por sus maravillosos monumentos, se la conoce como la Atenas del Este, y es uno de los destinos que no te pueden faltar si viajas a este país.
Cuenta la leyenda que el nombre de la ciudad deriva de Mathuram, el néctar que Shiva derramo al acercarse a agradecer al pueblo por haber construido un templo en su honor. Originalmente, la ciudad se llamaba Madhurapuri, es decir, tierra del néctar, pero con el tiempo fue modificándose hasta convertirse en Madurai.
La principal característica que distingue a esta ciudad de otros pueblos construidos en torno a templos religiosos es que no contó, como otros, con la contribución de los grandes imperios que se fueron sucediendo en el gobierno de la India durante muchos años.
De hecho, en nuestros días Madurai es una ciudad moderna y en constante desarrollo. Sus piezas arquitectónicas tradicionales contrastan bellamente con estructuras funcionales típicas de los últimos años. Sin embargo, cabe destacar que el templo Meenakshi es su atractivo turístico por excelencia.
Capital del reinado de los Pandya, centro cultural y comercial ya en 550 a.C., no es de asombrar que esta ciudad sea depositaria de una gran riqueza histórica y de un patrimonio incalculabre para el pueblo hindú. Dedicado al dios Shiva, el templo Meenakshi fue bautizado en honor a su consorte, también conocida como Parvati. Ubicado dentro de un recinto amurallado, es el corazón de un complejo que incluye salas de devoción y dos santuarios dedicados a las deidades celebradas.
Las doce magníficas torres que se elevan sobre bases de granito están cubiertas de estuco, y decoradas con figuras de dioses, animales míticos y numerosas criaturas mitológicas de colores brillantes. Toda una maravilla producto de la arquitectura humana.
Foto Vía: Samtrack