La Gran Muralla de la India
Todos conocemos la Gran Muralla China, la majestuosa, interminable y colosal Muralla China. No obstante, quizá muchos de vosotros no sepáis que en la India, más concretamente en Rajastán, a unos 80 kilómetros de Udaipur, encontramos la Gran Muralla de la India. Uno de los secretos mejor guardados de la India. Un elemento poco transitado, algo que sorprende teniendo en cuenta que sus 36 kilómetros de longitud la sitúan como el segundo muro continuo más largo del mundo.
La Gran Muralla india se construyó hace un milenio con el único fin de proteger el fuerte de Kumbhalgarh. Su longitud viene dada precisamente por el tamaño e importancia de este lugar; y es que recordemos que este fuerte también aloja aproximadamente unos 360 templos jaimistas e hinduistas.
Cuando uno observa la enorme muralla es cuando comprende el porqué la fortaleza no fue conquistada jamás desde que se construyera allá por 1443. Y es que a 1.100 metros sobre el nivel del mar, con más de 30 picos a su alrededor, encontrarte con una muralla de unos 15 metros con numerosas torres de vigilancia dispuestas a dispararte al más mínimo movimiento debe asustar, y mucho.
La muralla se extiende recorriendo montañas y senderos, serpenteando y bordeando las cimas. Durante esos 36 kilómetros es difícil encontrarse con una gran aglomeración de turistas, y es que esta muralla, como hemos comentado, es poco conocida.
Cabe destacar que estos grandes muros de 15 metros de altura (en alguna de sus zonas) cuentan también con una delicada ornamentación en la parte superior. Y aunque recorrerla no será ningún trabajo costoso, lo cierto es que hay que tener claro que hay ciertos tramos en los que esta milenaria obra puede ser un tanto inestable. Por tanto, es recomendable andar con ojo y sumo cuidado para no terminar sufriendo un accidente.
– Información práctica para viajar a la India
Foto vía: Kittell

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No es posible que hasta ahora se reconozca a esta gran muralla. Nunca había oido o leído o visto nada de ella. Se conoce a partir de lo que se conoce como Efecto Mandela, del salto cuántico que nos llevó a la 4a dimensión.